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Resalta la fachada
La iluminación de fachadas es una de los formas más fáciles y más rentables de agregar belleza y seguridad a una edificación. Son varias las razones por las cuales se quiere iluminar las fachadas y así generar mayor visibilidad e impacto. Las hay tanto puramente estéticas, como comerciales, o bien para dotarlas de protagonismo social y así mejorar la calidad urbana.
Resistentes a la intemperie, las luminarias de fachadas están disponibles para poner de relieve las características del edificio, proporcionar seguridad en una zona oscura.
Al encarar la iluminación de una fachada, hay que tener en cuenta: el contraste entre el edificio y el entorno, la dirección de observación y los materiales de la construcción, entre otros factores.
Ténicas
Las ténicas básicas en la iluminación de fachadas son pocas y simples. Estas podrían describirse como iluminación plana, iluminación rasante (grazing), iluminación interna e iluminación por brillos.
Cuando los proyectores son enfocados perpendicularmente a la superficie de la fachada, (iluminación plana) las sombras prácticamente desaparecen. Los detalles son "aplastados" y difíciles de ver. El efecto es algo así como la iluminación diurna en un día muy nublado. Como contrapartida, es una iluminación económica, ya que unos pocos proyectores de haz abierto montados sobre columnas cumplen de maravillas con este propósito.
En contraposición, con luminarias emplazadas adyacentes a la superficie creando una luz rasante, (iluminación rasante) las sombras serán largas, creando un efecto sumamente dramático. Habrá que tener en cuenta que estas sombras largas pueden llegar a "tapar" algunos detalles interesantes de la fachada.
También se puede iluminar el cielorraso, las particiones e incluso las cortinas, creando una imagen de brillo interno que produce la sensación de amplitud y envergadura.
La Iluminación por brillos es la antítesis de lo que sería rescatar aspectos del edificio iluminado naturalmente. Es el recurso que se utiliza con fachadas planas y lisas, o carentes de atractivo propio y en las que no existen elementos destacados que ayuden a crear una imagen y llamar la atención sobre la obra.