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Líneas de luz continua
Las líneas de luz continua han formado parte de la iluminación arquitectónica durante muchos años. Esta ténica de iluminación, utilizada sobre todo por razones puramente funcionales desde la invención de la lámpara tubular, se ha convertido en una parte de la creatividad de los arquitectos y diseñadores, aunque por motivos muy distintos.
La alineación de lámparas no sólo resulta rentable y práctica, sino que también crea una línea que cruza directamente una habitación, dando la impresión de ser más grande. Las líneas de luz también se pueden considerar la copia artificial de las grandes claraboyas, ya que imitan el efecto de la luz diurna, lo que hace que las habitaciones parezcan más grandes y se consiga una mayor sensación de luz.
A diferencia del uso industrial, en el que las líneas de luz suelen parecer duras y frías, los arquitectos y diseñadores colocan las líneas de luz de forma más discreta o gráfica, para destacar o experimentar la habitación en lugar de exhibir el dispositivo. Esto genera un ambiente de luz general suave, lo que añade serenidad y comodidad a la habitación. Además de hacer que la habitación parezca más grande, también aportan dirección y se pueden utilizar para destacar paredes, superficies y estructuras. Por ejemplo, se utiliza mucho la iluminación de alcobas, con perfiles de aluminio sin bordes en los techos y paredes. Las líneas rectas suspendidas de luz hacen que la luz flote por el espacio, especialmente cuando se combinan con luz indirecta. También se puede crear un diseño de iluminación más gráfico en las superficies que acentúan la estructura del edificio.
Las líneas de luz se pueden combinar fácilmente con otras fuentes de luz, como los focos. Se puede crear un modelo de iluminación dinámico con luces de colores en las paredes o los objetos, o indirectamente en los techos. Esto ha ido cobrando importancia en los últimos años, debido al desarrollo de la tecnología LED. Junto con el tubo fluorescente, esta tecnología es la más utilizada en la iluminación de calas y las líneas de luz. Los dispositivos LED requieren menos espacio, lo que permite crear líneas y curvas más finas, siguiendo las líneas orgánicas de la arquitectura del edificio.
El uso incorrecto de esta luz puede generar una sensación desagradable o crear una imagen de ambiente frío. Por lo tanto, debería incluirse en un planteamiento integrado entre los arquitectos y los diseñadores de iluminación que se inclinan por el diseño de espacios y su funcionalidad.
Una parte esencial de la calidad de la arquitectura es la calidad de la luz. Hasta el montaje más discreto e invisible de la luminaria consigue que la luz no pase desapercibida para el observador.
