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Por Arq. Adriana Silva

Se trata de un tema central cuando los números indican que, actualmente, el 56% de la población mundial vive en áreas urbanas y se espera que esta tendencia crezca hasta casi el 70% para 2050. La gran densidad poblacional genera desafíos como contaminación, desigualdad social y crisis sanitarias entre otros aspectos.

La iluminación urbana es una de las redes eléctricas más extensas en las ciudades de todo el mundo. Actualmente, existen aproximadamente 304 millones de luminarias en el mundo. Y este número se estima que aumente hasta 352 millones para 2025. El alumbrado público representa el 40 % del costo energético de las ciudades. En concreto el costo del alumbrado público tiene un peso importante en el presupuesto de las ciudades.

Carreteras, avenidas, calles, peatonales, parques, estacionamientos, barrios residenciales, bicisendas, áreas de transporte público son sólo algunos de los espacios que necesitan de la iluminación para cobrar vida.

La ventaja de la iluminación a nivel urbano es que ya existe su infraestructura en las ciudades y cuentan con una red eléctrica diseñada para su funcionamiento, la cual hay que adaptar e innovar con visión de futuro. Cualquier innovación debe ser responsable en el cuidado del medio ambiente, cumplir con acuerdos internacionales y con el compromiso hacia la descarbonización.

El reto es conocer el estado del alumbrado público, conocer sus datos de consumo y poder disponer de sistemas de actuación remota.

La transición de un sistema tradicional (generalmente luminarias de sodio de alta presión) hacia una transición inteligente está marcada por el cambio en la tecnología de las luminarias que cambian a leds.

Dentro de las ventajas de las luminarias led se destacan:

• Contribuyen a que los centros urbanos sean más sustentables, eficientes y seguros


• Digitalmente integrados que contemplen el bienestar y la inclusión de sus habitantes.


• Permiten un ahorro inmediato de energía.


• Reducción de emisiones de carbono.


• Reducción de costos en operación y mantenimiento.


• Mayor eficiencia lumínica (lm/W).


• No contribuyen a incrementar el efecto invernadero.


• Vida útil entre 20.000-50.000hs.


• Permite una gestión inteligente de la luz.

[destaque][texto pos="izq"] Adriana Silva es arquitecta por la Udelar y hace más de 20 años que forma parte del equipo de Darko Lighting, habiéndose especializado en la iluminación. Actualmente se encuentra finalizando un Máster Internacional de Smart City Management por Zigurat Global Institute of Technology [/texto][/destaque]